No quiero ser otra más que la que soy y encontrar belleza en mis esquinas más negadas, ahí donde menos me acepto. No quiero vender simulacros para que me quieran y acepten, no quiero poner más capas a la cebolla (o si), pero dejarme ver con los que quiero y que me acepten con «mi todo».
Resulta que entendí por fin que todo así es más fácil y llegar aquí no fue nada gratuito.Es un descanso ver la realidad y aceptar lo que hay, eso es lo mejor que puede pasarnos.Vernos como en una foto carnet como esta, de cuando aún eras esa niña sin filtro, sin capas, sin tantas defensas. Esta foto me la sacaron después de un entrenamiento de hockey, despeinada y agotada de correr, de reír y de compartir con mi equipo.Recuerdo esas tardes con alegría, aunque en la foto tenga cara de susto . Miro esta foto y siento que es como volver a esa verdad ,quererse,aceptarse y caminar tranquila por las cornisas que se presentan. Lo comparto por si a alguien le vale para reflexionar a cerca de uno mismo (por si les vale de algo, a mi si) viva la vida y el bagaje!